uy, uy, uy qué polémica se armó por mi culpa!
Estoy un poco de acuerdo con todos los puntos de vista expuestos.

Conozco (lamentablemente) más de un caso de padres que empujaron a sus hijos a actividades y que en el fondo solamente estaban emparchando una frustración propia: deportes, teatro, canto, modelaje, incluso un amigo que puso al hijo a los 5 años a aprender matemática porque se le metió que era un pichón de Bill Gates...
Más rechazo me causan los que además pretenden "salir de pobres" con el talento de la nena o la habilidad del nene.
Lo que también es cierto es que en muchas disciplinas deportivas el empezar temprano es vital para juntar talento y experiencia. Nadie termina campeón mundial empezando a practicar un deporte a los 18 años, aunque no dudo que hay excepciones; pero el hecho es que muchos deportistas muy admirados y que resultaron unos fenómenos en su actividad comenzaron con un padre obsesivo atrás que le dio manija.
Otros muchos han resultado unos terribles frustrados, porque si bien les iba bien en lo que les obligaban a hacer, ellos hubieran querido hacer otra cosa. Una amiga se recibió de abogada y le entregó el título a su madre para que lo enmarcara y lo colgara en su casa y al otro día se anotó en magisterio para convertirse en lo que era su vocación...
Me pregunto dónde está el punto de equilibrio :-\